De apariencia única y distinta, la flor de jambo llama la atención por sus tonalidades que varían entre rojo, rosa y blanco. Se encuentra fácilmente en patios, parterres y plazas de diversas localidades del estado de Amazonas. Además de su deslumbrante apariencia, la flor de jambo es reconocida por su suave y dulce aroma, que garantiza frescura al ambiente.
Mediante un tratamiento correcto, las flores de jambo también pueden disfrutarse con fines alimentarios, teniendo una acidez característica e incorporándose a los tés. Son antioxidantes y tienen propiedades medicinales hepatoprotectoras que protegen el hígado y ayudan con la diabetes.
El fruto del jambo también es apreciado en la gastronomía, siendo rico en vitaminas A, B1 y B2, además de hierro, fósforo y calcio. Se puede consumir *fresco*, así como en dulces, bebidas y ensaladas.
Con su mezcla de colores y aromas, la flor de jambo encanta dondequiera que esté, siendo un fragante homenaje a la naturaleza tropical y un deleite sensorial.